La Ácrida mediterránea fácilmente pasa inadvertida ya que se mimetiza bien en su entorno, entre piedras y matas bajas.
Es sorprendente con que rapidez las mantis religiosas devoran a sus víctimas. Casi no me da tiempo tras entrar en casa para coger la cámara.
Una mantis jovencilla.
Parece que tienen capacidad de adaptar su colorido a su entorno, o al menos existen distintas tonalidades que viven en ambientes que se corresponden.
Empusa pennata: Este animalito de la familia de las Mantis resulta muy mimético en la Lantane, donde María lo encontró.