A contraluz y de cerca,
el nido de la oruga de la procesionaria (Thaumetopea
pityocampa) se vuelve transparente.
Las orugas rodeadas de
lo que serán sus residuos, supongo yo.
Retrato "combinado", de
la parte delantera y trasera de las orugas de
procesionaria.
Un detalle de los
primeros segmentos.
Las chicharras sirven de
termómetro natural. A partir de los 28 grados
empiezan a cantar, si baja la temperatura de este
nivel, se callan de nuevo.
Este gracioso bichito,
la metcalfa pruinosa, procede de américa, y se
considera una plaga, aunque yo no he visto que cause
daños importantes en nuestros naranjos.
Largas son las antenas
de este pequeño saltamontes.
Este curioso grillo se
paseó hace unos años por una pinada en la Sierra de
Segura.
Las chinches suelen ser
muy fotogénicas. Se trata de una graphosoma linnatum
(gracias Daniel Moreno)
Esta chinche queda bien
decorativa sobre la flor seca.
Estos chinches aparecen
todos los otoños sobre nuestros manzanos. Se trata de
la especie Corythuca ciliata, de la família de los
Tíngidos, una plaga en principio de plataneras
(gracias a Jordi Pagès).